27 de septiembre de 2014

Nocturnidad y alevosía

¿La comida, el clima, los precios? ¡Bagatelas!
Uno puede cambiar la paella por el Irish stew, los días de sol radiante por un elegante paraguas o aprender que subir al autobús equivale a involucrarse en un atraco silencioso.
A lo que es imposible acostumbrarse es a la falta de persianas hechas y derechas.

Desconozco si existe algún apartado en la constitución de la República Irlandesa que prohiba su uso so pena de ejecución, pero la ausencia de nuestras amigas es ciertamente inquietante.
Allá donde mires sólo encuentras persianas americanas que bajan apesadumbradamente la cabeza, conscientes de que no son más que una copia barata creada en exclusiva para oficinistas y voyeurs.

Mirón con persiana
Hitchcock las tenía en casa

Sé lo que estás pensando: «¿Y a qué viene tanto rollo? Ni que las persianas fueran un apero imprescindible para la vida». Yo también pensaba así hasta que fui iluminado. Literalmente.

Imaginemos que tras una larga noche de estudio —o fiesta si lo tuyo es la mala vida (ya aprovecho para saludar a mi madre)— decides que es hora de acostarte. Emprendes el viaje hacia la habitación, entras, sacas el pijama de debajo de la almohada —tú también lo guardas ahí, no mientas—, te lo pones y a dormir que son dos días. Idílico, ¿verdad?
Pues deja de serlo cuando a las seis de la mañana entran amenazantes los primeros rayos de sol, y eso no hay contraventana, cortina o persiana voyeur que lo pare.

Luz entrando por la persiana
Cuánto dolor en una imagen

Ahí están, dándote en la cara, llenando la habitación de esbirros de Belcebú. Y quizá sea raro, pero yo para dormir necesito un lugar más obscuro que la boca de Góngora, algo imposible de conseguir sin nuestra querida persiana: la castiza, la de verdad.

Persiana española
Pa-ra-í-so

Con sueño atrasado y pensando en montar mi propia persianería me despido, deseándoos salud, dinero, amor y persianas. Sobre todo persianas.

Pronto más, mejor y esperemos que más obscuro.

2 comentarios:

  1. Veo que no puedes deshacerte de Góngora... El "formidable bostezo de la tierra" no creo que tuviera persiana... Míralo por el lado positivo: tendrás más tiempo para hacer cosas. Lo puedes compensar acostándote antes, jeje.

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    1. Polifemo, el pobre, vivió en la época equivocada.
      Aunque pensándolo bien puede que el sol moleste menos cuando sólo se tiene un ojo...

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